"La anticoncepción impone un lenguaje objetivamente contradictorio, que conlleva no entregarse completamente al otro" y "no sólo conduce a la negativa real de estar abierto a la vida, sino también a una falsificación de la verdad íntima del amor conyugal, que consiste en el don de toda la persona ". La imagen del matrimonio, que tiene su base en la Escritura, ofrece "una nueva y más profunda comprensión del significado de la anticoncepción", entendido como "acción sobre el cuerpo o sobre el acto conyugal dirigido a rechazar la cooperación divina". El "propósito explícito de la anticoncepción es hacer infértil una expresión de amor que de otro modo podría haber sido fecunda". Se trata de "un rechazo del plan de Dios", una "falsificación de lo que significa el acto conyugal", una "traición a la imago Dei".