Es “gracias a la fuerza de la familia que los malawies afrontan cada día los retos de la pobreza y del AIDS, todavía muy patentes en el país”. Lo decía monseñor Joseph Mukasa Zuza, obispo de Mzuzu y presidente de la conferencia episcopal de Malawi, durante el encuentro con el Pontificio Consejo para la Familia que se dio en el transcurso de la visita ad limina.
La Iglesia de Malawi goza de un gran prestigio en el pequeño país de África del Sur, el hecho data de 1993, en dicho año la carta pastoral de los obispos “Vivir nuestra fe” estuvo al comienzo del proceso de reformas democráticas que condujo al fin del régimen dictatorial de Hastings Banda. Desde entonces la voz de la Iglesia católica es una de las que posee mayor autoridad en la sociedad.
Monseñor Zuza añadió que toda la Iglesia, en Malawi, se siente como una familia, y que con entusiasmo todas las diócesis están trabajando para concretar el cómo acoger la invitación del Papa Francisco a reflexionar en todos los campos sobre los principales desafíos que la sociedad contemporánea propone. Entre estos desafíos se encuentra la cuestión de la poligamia: los obispos han hecho hincapié en que la familia está hecha a partir de un hombre y de una sola mujer.
