La novedad en la metodología de la fase ordinaria del Sínodo de octubre ha sido presentada por el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, que ha subrayado que “uno de los puntos más solicitado por parte de los padres sinodales es evitar la larga serie de intervenciones individuales, como sucedió en los Sínodos anteriores, y tratar de que las intervenciones de los Padres estén mejor distribuidas en el tiempo y no se sucedan una tras otra", para poder así "dar una mayor importancia a los pequeños grupos (circoli minori), repartidos en el tiempo y no todos a la vez, manteniendo de esta manera el principio del orden temático". Las tres semanas en las que se celebrará el Sínodo "se distribuirán de acuerdo a las correspondientes secciones del Instrumentum laboris”.

El cardenal Péter Erdő, relator general del Sínodo, se ha pronunciado a propósito de las tendencias "que quieren ampliar el concepto de matrimonio, familia y paternidad", subrayando que estas tendencias crean "confusión" y "no ayudan a definir el carácter específico de tales uniones afectivas sino que confieren a la opción individualista el particular vínculo entre diferencia, generación e identidad humana".

Por último, el Secretario especial del Sínodo de los obispos, Monseñor Bruno Forte, señaló que el arte del acompañamiento, que es uno de los conceptos fundamentales del Instrumentum laboris, forma parte del "gran caudal" de la misericordia y está destinado principalmente a las familias "heridas". "La familia - continuó - necesita un esmerado acompañamiento eclesial, tanto en el camino hacia el sacramento nupcial, como en la educación del ejercicio cotidiano de la aceptación mutua y del perdón". Además "una especial atención" "se debe prestar al acompañamiento pastoral de aquellos que están casados sólo por lo civil o cohabitan, así como de las llamadas familias heridas: separados, divorciados que no se han vuelto a casar, divorciado casados por segunda vez y familias monoparentales. Los separados y divorciados, que permanecen fieles al sacramento, han de ser particularmente apoyados y acompañados por una atenta pastoral de la Iglesia". "Hay que anunciarles a todos ellos que ¡Dios nunca abandona a nadie!"