A partir de la próxima semana nuestro sitio alojará ocho historias de anuncio del evangelio en y desde la familia. Se trata de algunas experiencias tomadas del libro “Familias vivas: Historias de Evangelio”. Cada experiencia se publicará en dos partes: la primera con la narración sintética del proyecto; la segunda con una entrevista a los protagonistas. Los ámbitos son muy diversos: desde la liturgia en casa hasta el compartir entre familias; desde el catecismo de iniciación cristiana en forma de juego hasta el arte de vivir como esposos; desde las historias ejemplares de caridad entre familias hasta el gran empeño social de la educación. El proyecto es más grande respecto a estas primeras ocho experiencias; todavía recogeremos más y – novedad – pedimos a las familias que nos visitan, que a su vez nos propongan y nos indiquen experiencias significativas. En muchos Países se están llevando a cabo experiencias pastorales bellas y fructuosas, en las que se valora a las familias como sujetos activos y responsables de evangelización en la vida cotidiana, en las relaciones con el ambiente en el que viven, en sus actividades eclesiales y sociales. Estamos dentro de un proceso que continuará en el tiempo, de recogida y puesta en circulación de experiencias significativas capaces de estimular e inspirar nuevas experiencias.
 
“Los hombres de nuestro tiempo – ha escrito Juan Pablo II – quizás no siempre conscientemente, piden a los creyentes de hoy no sólo hablar de Cristo, sino en cierto sentido que se lo hagan ver” (NMI 16). Precisamente el testimonio de las familias cristianas, capaces de ir a contracorriente, de estar unidas y vivir buenas relaciones interpersonales, abiertas a la procreación generosa y responsable, comprometidas con la educación de sus hijos, atentas a otras familias, a la comunidad eclesial y a la sociedad civil, interpela actualmente a la gente con fuerza y credibilidad, quizás aun más que el voluntariado y las actividades caritativas hacia los pobres y enfermos.