"La familia y la mujer: construyendo la paz": éste es el título del mensaje emitido por monseñor Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, arzobispo de Yucatán (México), con motivo de dos importantes celebraciones: la Jornada nacional de la familia, que se celebró el 1 de marzo , y el Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo. "La celebración del Día de las familias y de las mujeres - escribe el prelado - nos brinda la oportunidad de valorizar la estrecha relación que existe entre ellas, sobre todo en la transmisión de la vida y en la educación de la persona. De hecho, una buena familia nos hace recordar a grandes mujeres".
El arzobispo puso el acento en "muchas familias y mujeres cristianas que sufren en el mundo, debido a la persecución y a la violencia, especialmente a raíz del narcotráfico", e instó a los fieles a rezar y a ser solidarios con aquellos que "viven en su propia piel la persecución y la falta de seguridad".
Además, Monseñor Belaunzarán oró para que las familias sean "comunidades de vida, amor y fe en las que se aprenda a aceptar y a entender al otro, trabajando por el bien común"; para que los hijos "no caigan en la trampa de la superficialidad y de los placeres materiales", sino "que reciban la vida y el cuerpo, como dones de Dios." Se pide a los padres que "no se desanimen, pensando que han podido fracasar en la noble tarea de construir una familia y educar a sus hijos".
Por último, el arzobispo hizo hincapié en los aspectos positivos de la realidad mexicana, como por ejemplo las muchas familias movidas "por la fe en el Señor", las numerosas obras sociales, los muchos misioneros y el altruismo palpable en la atención a los enfermos, ancianos y niños huérfanos.
