Monseñor Laffitte en el Congreso de las familias de Asia habla de la indisolubilidad del compromiso entre los cónyuges y de la educación al cristianismo
Los aspectos antropológicos y los sacramentos del matrimonio y la construcción de la familia. Son estos los temas afrontados por monseñor Jean Laffitte, secretario del Pontificio Consejo para la Familia, en la ponencia sobre el tema “El reto de la Familia: su naturaleza, efectos y una respuesta católica” pronunciada frente a más de mil participantes en el Congreso de las familias de Asia, que con el tema “Familias de Asia- Luces de esperanza” tuvo lugar en Manila, con la participación de profesores de religión, catequistas y operadores culturales. Temas centrales del discurso de monseñor Laffitte fueron la indisolubilidad del compromiso entre los cónyuges, su apertura a la vida y la educación de los niños en la moral y las virtudes cristianas.
“En la ‘cultura de la familia’, Filipinas -dijo el secretario del Pontificio Consejo para la familia en una entrevista a Radio Vaticana- tiene un rol particular. San Juan Pablo II, cuando estuvo en Filipinas, dijo las siguientes palabras: “Vosotros evangelizáis Asia”. Y luego agregó: “Vosotros filipinizáis el mundo”. Pero en realidad, el Papa polaco quería decir que ellos filipinizaban el mundo a través del testimonio de las familias unidas, alegres: alegres de acoger la vida, de practicar la fe. Ciertamente, hay algo de profético en la manera en que los filipinos están identificados con la cultura de la familia”. Según monseñor Laffitte, en el modo de vivir la fe cristiana que tienen las familias asiáticas “hay una fuente de inspiración también para muchos otros países. Ésta es mi convicción: verdaderamente dan la impresión de ser felices viviendo su fe. No es una fe triste, una fe encerrada en sí misma. Es una fe extraordinariamente alegre con una disposición comunitaria muy fuerte.
