Defensa de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, y ruego para que haya paz en cada parte del mundo: estos son los pilares centrales del mensaje final de la asamblea plenaria del Amecea, la Asociación de las Conferencias episcopales de África Oriental que reúne a los obispos de Eritrea, Etiopia, Kenia, Malawi, Sudan, Tanzania, Uganda y Zambia. En los trabajos, clausurados el 26 de julio en Lilongwe, en Malawi, ha participado también monseñor Paglia junto a otros 150 prelados delegados que reflexionaron sobre el tema “La nueva evangelización a través de una verdadera conversión y del testimonio de la fe cristiana”.

En el mensaje conclusivo los obispos hacían hincapié en la “familia como núcleo de la vida”, denunciando “las amenazas” que padecen hoy, a causa de la “crisis del matrimonio, el debilitamiento de la moralidad, los ataques contra la unidad familiar, la pobreza, el desempleo”. En este contexto, la Iglesia se afana en “proteger a la familia-Iglesia domestica”, proponiendo “el acompañamiento pastoral a todos los núcleos familiares en dificultad” y “condenando toda modalidad de violencia domestica”. Por ello, se llama a que la familia sea “respetada, promovida y protegida” “a toda costa”, ya que es, “principio y pilar de la vida y de la sociedad humana”, y también se “condena firmemente las uniones homosexuales y otras desviaciones que van contra la naturaleza humana y la ley natural”.

La preocupación de los prelados se ha extendido hasta las nuevas tecnologías y los jóvenes: en lo que concierne a las primeras, el Amecea recuerda su importancia en la vida de la Iglesia como “método moderno para anunciar el Evangelio”, incluso si se recomienda “un uso responsable”. En lo que concierne a los niños y jóvenes los obispos africanos exhortan a los padres y a los educadores “a enseñarles los caminos de Dios” y a protegerlos “de los abusos”. El último punto considerado por los obispos africanos aborda las instituciones educativas católicas: a través de ellas, afirma el Amecea, “la Iglesia está capacitada para evangelizar y participar al desarrollo responsable de los miembros de la sociedad”, comprometiéndose a “procurar una guía moral y espiritual a los estudiantes y docentes”.

Leer el mensaje conclusivo: