Según declaró al Sir el director de la Agencia Kai, Marcin Przeciszewski, «el crecimiento exponencial del número de participantes en estas iniciativas populares registradas en los últimos años, testimonia el despertar de la sociedad civil que reclama los derechos de la familia». La "paradoja polaca" − afirma Przeciszewski − está en el hecho de que «en una sociedad que pone de manifiesto el valor de la familia, reconocida como principal fuente de la felicidad, no son promovidas políticas adecuadas para que esos valores sean reconocidos». Este es uno de los motivos por los que no se incentiva la elección por la nueva vida, en los casos en los que un nuevo nacimiento puede significar descender bajo el nivel de la pobreza. Por eso Polonia corre ya el peligro de lo que Przeciszewski define como «catástrofe demográfica y económica». «La tasa actual de fecundidad total (Tft igual a 1,3) coloca a Polonia en el puesto 209 entre 222 países analizados. En 2050, según la ONU, los ciudadanos polacos no serán más de 30 millones, pero la sociedad polaca esteará entre las más viejas del continente».

 

El Presidente de la República Polaca, Bronislaw Komorowski, ha promovido un programa de política familiar que prevé una Carta de los derechos para las familias numerosas, con la introducción del llamado "cociente familiar", entre otros, con una rebaja de la base imponible según el número de hijos.