La Iglesia ortodoxa de Rumanía se ha reunido en Sínodo, el 4 y 5 de julio, para discutir, entre otras cosas, el proyecto de revisión constitucional, con la propuesta de insertar la definición de familia como «
núcleo básico natural de la vida y del desarrollo de la sociedad, basado en el libre consentimiento matrimonial entre un hombre y una mujer, considerados iguales, y sobre el derecho-deber de los padres de proveer al crecimiento, educación y formación de los niños, y que gozan del apoyo y protección del Estado».
Los Obispos ortodoxos de Rumanía se han comprometido a reforzar la pastoral familiar, a todos los niveles, de eparquías y nacionales, para enfrentarse a prácticas contra la vida y el matrimonio, como el aborto, el divorcio, la violencia doméstica y el abandono de menores, adhiriéndose entre otras cosas a la campaña europea "Oneofus", con la intención de extender la tutela jurídica a la dignidad, al derecho a la vida y a la integridad de cada ser humano desde la concepción, a todos los países de la Unión europea, pidiendo no financiar actividades que prevean la destrucción de embriones humanos en la investigación y en los programas de reducción de la natalidad.
«La Iglesia ortodoxa de Rumanía - se leen en el comunicado- llama la atención sobre el hecho de que la destrucción de los embriones humanos es un acto inaceptable desde un punto de vista espiritual y humano».
La Iglesia ortodoxorumana, guiada por el Patriarca Daniel, es la segunda, en cuanto a número de fieles, después de la Rusa.
