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Juntos, todo el bueno se puede   versione testuale
Entrevista con Rosana María Cappella y Héctor Francisco Amor, Alicia Pontoriero y Alfredo Mucchiut



Rosana María Cappella y Héctor Francisco Amor, tienen respectivamente 52 y 57 años de edad. Ella es "Counselor" (Consultora Psicológica), además de ocuparse de su casa. Él es empresario de la Construcción. Están casados, son padres de 5 hijos y residen en Buenos Aires, Republica Argentina. Actualmente, junto al Matrimonio Mucchiut, coordinan el área de Orientación Familiar del Secretariado Nacional para la Familia dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina. Además, el matrimonio Amor, desempeña la función de Directores del Consejo Pastoral Diocesano de la Diócesis de San Martín, provincia de Buenos Aires. Coordinan la formación de equipos de implementación de "Pastoral Urbana" en la misma Diócesis, en conjunto con el Equipo de Pastoral Urbana de la Región Buenos Aires (compuesto por 11 diócesis). Héctor integra desde el año 2004, el Consejo de Asuntos Económicos (CAE) de la Diócesis de San Martín.
 
 
Alicia Pontoriero y Alfredo Mucchiut, son esposos y residen en Buenos Aires. Ella es docente, aunque actualmente no ejerce la profesión. Está completamente dedicada al cuidado de su hogar. Él es médico con especialidad en pediatría. Su familia esta constituida por 5 hijos y 6 nietos. Se desempeñaron como directores del Consejo de Pastoral Diocesano de la Diócesis de San Martín, entre los años 2007 al 2011. Además, coordinan el área de "Familia, Nuevas Generaciones, Vocaciones y Laicos", de la Diócesis de San Martín, representando al área en el Consejo Pastoral Diocesano. Como actividad en la Obra de María (Movimiento de los Focolares), participan activamente del Movimiento Familias Nuevas. Integran la Secretaría Zonal de Familias Nuevas de la Zona Argentina Sur. Actualmente participan del Seminario PROGETTO ESPERTI representando a la Zona Sur. Este Seminario de 3 años de duración, reúne en Roma una vez al año a profesionales y otros representantes del tema "familia" de todas las zonas del mundo. Actualmente, junto al Matrimonio Amor, coordinan el área de Orientación Familiar del Secretariado Nacional para la Familia dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina.
 
1) ”En el método de escucha que ustedes siguen, han habido algunas mutaciones positivas últimamente? En vista a producir mayores frutos qué cosa consideran que sería más útil que los orientadores sigan nuevos cursos durante el seminario de preparación o que se ampliase el tiempo dedicado a las familias en dificultad (quizás acompañándolas en actividades cotidianas, por ejemplo en el cuidado de la casa y en los momentos de diversión)?
Es de considerar que más que mutaciones, se consolidan mejoras en la calidad de la escucha, reflejadas en el mayor y más autentico compromiso que se genera entre las Familias Consultantes y los Orientadores Familiares (OF). Al respecto, el método sigue siendo el mismo que al comienzo. La escucha atenta, libre de prejuicios y también activa, por medio de entrevistas semi-estructuradas y un acompañamiento amoroso y paciente que busca llegar a cada rincón de la realidad familiar; es lo que permite enriquecer los resultados, expresados en vínculos más cercanos y profundos. Por supuesto que la vigencia en el tiempo de las Consultorías de Familias para Familias (CFF), se enriquece con las experiencias compartidas y permite optimizar los resultados de este aprender juntos a ser familia.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, deseamos recalcar la importancia cada vez mayor que le damos a la formación continua de los OF, lo cual podríamos dividir en tres partes:
 
• CAPACITACION INICIAL CON EL SEMINARIO DE FORMACION. Allí se abordan los dos aspectos constitutivos: el espiritual, que más adelante explicaremos, y una básica visión de las problemáticas familiares.
• Participación de los MATRIMONIOS ORIENTADORES (MO) en los ENCUENTROS DE FORMACION PERMANENTE (mensuales en nuestro caso) donde se profundizan los temas vistos en el seminario y se analizan, junto con los demás MO, los casos atendidos; guiados por el equipo de profesionales que aportan su conocimiento específico, ayudándonos a mejorar la escucha y el acompañamiento a las familias.
• PROFUNDIZAR LA RELACIÓN Y EL CONOCIMIENTO de los servicios que brindan las distintas instituciones sociales, a las cuales denominamos “Redes de Instituciones”.
Estas redes de instituciones llegan adonde los MO no pueden llegar. Por lo tanto, y sin abandonar el acompañamiento, los MO estimulan a las familias a participar de charlas, talleres, reuniones y todo tipo servicio que brinden dichas instituciones y que las ayuden a revisar cada uno de los aspectos de su realidad familiar, tales como los de los ejemplos incluidos en la pregunta (aquí cobra importancia el aporte que pueden brindar los movimientos eclesiales).
 
Llegados a este punto, es útil referirnos a nuestra visión del servicio y la formación para el mismo. Creemos en el justo equilibrio entre la formación y el ejercicio concreto de las CFF.
El seminario más la práctica con un matrimonio más experimentado nos dará ese justo equilibrio para comenzar la tarea. Luego, la formación continua con la comunidad que vive nuestra misma experiencia, permitirá ¨perfeccionar¨ la llegada a las familias en conflicto, facilitándoles espacios de crecimiento y aprendizajes, redescubriendo sus propios recursos latentes en ellas y generando nuevos recursos. Toda esta donación hacia las familias, vuelve a nosotros, transformando y enriqueciendo nuestra vida familiar. Descubrimos, junto con ellas que los conflictos familiares casi nunca se deben a sucesos aislados, sino que en general son procesos que, juntos, debemos descubrir y resolver. Es salir para encontrarnos con el otro, con su propia realidad, sentirnos transformados y dispuestos a transformarla entre todos.
 
2) ”Cuál es el secreto de los orientadores para crear una empatía con los problemas de las familias que escuchan sin involucrarse hasta el punto de perder la necesaria distancia?
Para nosotros, cristianos, el secreto de lograr empatía, radica en tratar de vivir el Evangelio. La Palabra debe ser la fuente de sabiduría de todo Orientador Familiar. Si somos fieles a esto como principio, encontraremos la palabra adecuada a cada situación. Nos dirá cómo ser y cómo actuar en cada momento del servicio para con los demás. Por ejemplo, en el texto de Mateo 25, 40 ¨…les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo…¨, descubrimos que aquel que llega en busca de ayuda, debe ser Jesús para nosotros. Entonces, el ver a Jesús en el otro, nos quita el temor de actuar bajo los impulsos de nuestra formación moral y cultural que rechaza lo que para nosotros no es correcto. Asimismo, aquellos que vienen deben ver la presencia sobrenatural delante de ellos. Debemos ser capaces de lograr la unidad entre los dos Matrimonios Orientadores que genere la presencia de Jesús entre nosotros. Ellos deben ver a ese Jesús tal como El lo prometió ¨…donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estaré yo, en medio de ellos…¨.
Esta unidad entre los dos MO tiene un valor agregado; cuando la problemática de la familia que se acerca a consultar, se asemeja a la que pueda estar viviendo alguno de los Matrimonios Orientadores, el otro matrimonio que en ese momento forma el equipo, compensa y “suaviza” el riesgo de quedar perdidos en la realidad de la familia consultante, lo cual puede hacer perder la necesaria distancia y la objetividad, imprescindibles para una más efectiva y concreta ayuda. Ver a Jesús en los otros y ser Jesús para ellos, son los pilares en que se asienta la escucha de las CFF. Si además, formamos parte de una comunidad más amplia donde interactuamos en comunión con otros equipos de MO y sobre todo con la ayuda y contención del equipo de profesionales, permitirá que nos involucremos confiadamente en el mundo del otro.
 
3) ”En qué consiste la aportación de los movimientos eclesiales involucrados? ”Hay un intercambio vivificante de sensibilidades entre sus representantes y entre las familias orientadoras?
Una de las más ricas experiencias que contiene éste programa de CFF ha sido el trabajo en conjunto de distintos movimientos eclesiales. Ya desde los inicios, participaron en la elaboración del proyecto, matrimonios de: Schönstatt, Movimiento Familiar Cristiano, Encuentro Matrimonial y Focolares.Fue en ese momento una experiencia novedosa en la Diócesis, ya que el aporte de cada uno, puesto en común como un don, de unos hacia otros, hizo que todos descubriéramos la belleza del carisma del otro y transformarlo así en un único carisma, “ser familia”.
A lo largo de estos 15 años de vigencia de las CFF (las cuales ya se extendieron a otras Diócesis) se amplió esta puesta en común de los movimientos. Más aún, otros movimientos se incorporaron al programa, entre los cuales destacamos el valioso aporte de matrimonios del Movimiento de la Palabra de Dios, Cursillos de Cristiandad y Soledad Mariana. Queremos dar testimonio de la riqueza que genera este trabajo en conjunto en las CFF, por lo cual, estamos totalmente convencidos que esta experiencia que vivimos, podría ser válida para otras realidades.
 
4) ”Cuál es el ingrediente principal de esta iniciativa que piensan deberían sugerir a quien quisiese emprender un empeño similar al suyo?
El ingrediente principal es que este programa está conformado por familias (en este caso, representadas por el matrimonio) que escuchan y acompañan a las familias en calidad de pares. Somos Familias al servicio de las Familias en el ámbito de la Iglesia Diocesana. El inestimable apoyo y contención de un equipo de profesionales, quienes entienden el verdadero espíritu del servicio ofrecido, sumado a una red de instituciones con las que se interactúa, agrega su cuota de seriedad y credibilidad a este aporte que brinda nuestra Iglesia a través de sus integrantes.
Se comprende entonces que en el ámbito de la Iglesia debe estar integrado en una acción pastoral de conjunto (pastoral orgánica). Los vínculos cercanos y profundos entre todos y cada uno de los que se han embarcado en la tarea, son los que han hecho posible la veracidad y permanencia de este servicio. La unidad de criterios en cuanto a los aspectos fundamentales de la tarea, incluido los espacios comunitarios logrados a partir de esta, son otros de los principios para el buen desempeño del servicio. Desde siempre nos hemos dado cuenta que solos no podemos nada, juntos todo se puede.
 
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