“Vuestra atención esté dirigida a la pastoral familiar: la familia es el elemento que soporta la vida social y sólo trabajando a favor de las familias se puede renovar el tejido de la comunidad eclesial y de la misma sociedad civil”. Estas son las palabras del Papa Francisco a los obispos de la República Checa, que recibió en Visita ad limina el pasado 14 de febrero. A los pastores que cuidan a un rebaño hasta hace poco tiempo oprimido por los totalitarismos, el Papa pide “compromiso en la educación religiosa” y una “presencia cualificada en el mundo de la escuela”, porque, afirma, actualmente a sofocar son el “secularismo” y el “relativismo”. El apelo del Papa Francisco abraza de modo particular a los laicos. “No puede faltar de parte vuestra – a dicho dirigiéndose a los obispos – una apertura vigilante y entusiasmada a los nuevos impulsos del Espíritu Santo, que distribuye sus carismas y hace disponibles a los fieles para asumir responsabilidades y ministerios, útiles para la renovación y el crecimiento de la Iglesia”. Por lo tanto, atención a los laicos quiere decir también una atenta “pastoral familiar” y significa “presencia de los católicos en la vida pública” y “también en los medios de comunicación”. “También depende de ellos – sostiene el Papa – el hacer que se pueda escuchar siempre una palabra de verdad acerca de los problemas del momento y que se pueda percibir a la Iglesia como aliada del hombre, al servicio de su dignidad”.