El Evangelio de la familia habla todos los idiomas del mundo. Como las multitudes del Evangelio de hoy en la Misa, que literalmente se lanzaban hacia Jesús, sólo para tocarlo y así ser curados, también los movimientos y asociaciones familiares son una gran multitud que se acerca a la barca de Pedro, en la Iglesia, estos movimientos y asociaciones hablan en nombre de otras muchedumbres aún más grandes - todas las familias del mundo, con necesidad de fraternidad, de padres y madres. Toda la humanidad tiende a ser y a manifestarse como la gran familia de las familias. Uno tiene la impresión de que la barca de Pedro es pequeña y frágil para acoger a todos y para recibir todas las preguntas que se alzan de la multitud, pero ésta está sólidamente establecida en la roca de la presencia de su Señor, que es el Salvador de todos.

"El propósito de nuestro encuentro es el poder descubrir juntos, en el tesoro de la fe y de la experiencia vivida en la Iglesia, todo lo bueno que puede sernos útil para aliviar y curar las heridas de las familias". Es con esta esperanza/invitación que monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, ha inaugurado esta mañana en el Church Palace de Roma el Congreso Internacional que desde hoy hasta el sábado reúne a movimientos, grupos y asociaciones de la familia y vida en camino hacia la XIV Asamblea general del Sínodo de los Obispos.

 

El cardenal Lorenzo Baldisseri hizo hincapié sobre la necesidad de "profundizar la vocación y la misión de la familia, teniendo en cuenta las situaciones de aquellos fieles que, viviendo situaciones matrimoniales irregulares, desean participar más plenamente en la vida de la Iglesia y están dispuestos a comprometerse seriamente en un camino progresivo". "Es necesario - ha dejado claro en su introducción el secretario general del Sínodo de los Obispos - que nadie eluda la tarea de encontrar y sugerir posibles soluciones a los delicados temas tratados por los padres sinodales. En la pastoral familiar de hoy en día la Iglesia nos pide que nos hagamos cargo de anunciar la belleza y la fascinante atracción del matrimonio cristiano y que profundicemos lo que los Padres han presentado como el fruto de la Asamblea extraordinaria, aportando nuestra contribución a la búsqueda de opciones pastorales valientes, en particular, - concluyó - en lo que se refiere al cuidado de las familias heridas ".

 

En la presentación de la primera parte de los Lineamenta del Sínodo, el presidente del Foro de asociaciones familiares Francesco Belletti insistió en la manera en la que la sociedad externa influye en el desarrollo y en la libertad de las familias, en la evolución de la esfera afectiva de las personas, y en cómo la acción concreta de la Iglesia puede interceptar estos nuevos escenarios del interior y del entorno familiar, no sólo entre los fieles, sino entre todas las personas. "Hoy en día muchas familias - dijo Belletti - parecen tener todavía una fuerte capacidad y exigencia de agregación, pero la están construyendo con formas no tradicionales, no formalizadas, por lo que llegan a constituir ‘redes intrafamiliares’ que prefieren quedarse más cerca de los códigos relacionales de la familia en lugar de construirse como ‘estructuras organizadas de la sociedad'. La calidad relacional, por lo tanto, parece tener más importancia que la función social e incluso que la posibilidad de recibir apoyo, reconocimiento e interacción con y del sistema público ". Belletti también ha destacado que "la interacción y la colaboración entre las distintas asociaciones constituyen una generatividad social mucho más relevante que la pura ‘suma de los individuos’ En otras palabras, el hecho de formar una red con las asociaciones no significa solamente que se suman sino que se multiplica su potencialidad".