"Para nosotros - dijo el Arzobispo Liborius Nashenda, Arzobispo de Windhoek y Presidente de la Conferencia Episcopal de Namibia - uno de los retos más importantes es la formación permanente del clero, también lo es la formación de los diáconos, religiosos y laicos. La presencia de los laicos está creciendo y cada vez se toma más conciencia de que la Iglesia también les pertenece: en un momento - dijo Su Excelencia – se sintieron excluidos de ella pero ahora estamos tratando de hacerles entender que todos formamos parte de la Iglesia como un equipo y que sólo trabajando juntos podemos ser una Iglesia local, para llevar a cabo la obra de Cristo, que ha sido confiado a la Iglesia”.

Los obispos de Lesoto, son pastores de una Iglesia joven que se ha desarrollado en poco tiempo, y cuentan con un papel muy activo en los sectores laicos de la comunidad eclesial en el país. Su presencia ha crecido mucho después del Concilio Vaticano II, contemporáneamente al nacimiento de pequeñas comunidades cristianas.

Mirando hacia el XIV Sínodo Ordinario de la familia, que tendrá lugar en octubre, los obispos namibios dijeron que dedicarán una especial atención a la pastoral familiar, y en particular a la preparación de las parejas al matrimonio. También en Namibia, como en otros Países africanos influenciados por los estilos de vida occidentales, están disminuyendo los matrimonios cristianos y las personas que cohabitan son cada vez más numerosas. Por lo tanto, se han de invertir mayores esfuerzos para formar a los jóvenes sobre el verdadero significado de este sacramento y sobre los valores familiares.